Arte sonoro. El Museo Reina Sofía de Madrid pone a disposición de sus visitantes más de seiscientas piezas de la Fonoteca de Murcia en la exposición ‘Audioesfera’, que se puede disfrutar desde hoy hasta enero de 2021
Rosa Martínez
La Verdadhttps://www.laverdad.es/culturas/universo-escucha-20201014001215-ntvo.html
Está compuesta por más de 700 obras que cuentan con la firma de unos 800 artistas de distintos países. Y el 80% de ellas procede de la Fonoteca de Música Experimental y Arte Sonoro de Murcia (SONM). Se trata de ‘Audioesfera’, la exposición que hoy abre al público el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid dedicada a la producción sonora.
Comisariada por el artista madrileño Francisco López, y con una pieza en su catálogo expositivo de la creadora murciana y coordinadora del SONM, Susana López, propone cubrir, detallan desde el museo, «un vacío histórico y cultural en cuanto al reconocimiento, exposición y análisis» de los cambios acaecidos en la creación sonora en las últimas décadas. Lo hace con un amplio y variado número de obras para cuya selección López, encargado de impulsar hace ya diez años el proyecto sonoro murciano con el apoyo del Ayuntamiento de Murcia, ha empleado tres años de trabajo.

«Ha sido un reto», responde. Sobre todo porque la propuesta del museo madrileño carece de elementos visuales. Ni siquiera hay cartelería. «He querido enfatizar la escucha», defiende.
También ha querido ser, dice, «lo más amplio posible» en su propuesta y para ello ha incluido «todo tipo de estéticas», así como «nacionalidades y generaciones» de artistas. Para López, esta exposición se adentra en la creación sonora experimental desde una perspectiva social que muestra la conexión de miles de artistas interesados en una práctica que, si bien no es «comercial», sí siguen «numerosas personas en todo el mundo». Cada vez hay «más adeptos» y la particularidad, explica, de que, en «el ámbito del audio experimental, la relación entre el artista y público es uno a uno. Es decir, todos los oyentes son creadores, de modo que si hay algo que te interesa como espectador hay una alta probabilidad de que te interese como creador, y ello es una demostración de ese proceso de socialización» de la práctica sonora, advierte.
Dividida en secciones, la propuesta expositiva de López dedica cada apartado a «un fenómeno tecnocultural y social clave» para el desarrollo del arte sonoro, como lo son, por ejemplo, «las genealogías», las raíces, precisa, del audio experimental, a las que añade la característica de ser «tremendamente múltiples»: «No son consecuencia de internet. Forman parte de un fenómeno que va más allá de las nuevas tecnologías y las redes sociales», deja claro.
Piezas ‘a la carta’
‘Audioesfera. Experimentación sonora 1980-2020’, título completo de la muestra, discurre por siete salas remodeladas específicamente para esta exposición con el fin de hacerlas más confortables para la audición. En ellas, «te puedes sentar, tumbar o pasear…»; elegir qué piezas escuchar o seguir una ‘playlist’ aleatoria. A su llegada al museo, explica López, el visitante recibe unos auriculares y un dispositivo con una aplicación móvil –diseñada para la muestra– desde la que puede configurar su visita. «Asumimos que la mayoría de los artistas son desconocidos, y por ello hemos desarrollado diferentes estrategias con el fin de facilitar la búsqueda de obras», que también se pueden seleccionar por «países» y «artistas».

La muestra discurre por siete salas carentes de elementos visuales con el propósito de potenciar la escucha
De las más de 700 piezas que conforman la exposición, una veintena se han desarrollado, además, ex profeso para su exhibición en esta muestra. Estas últimas, afirma el comisario, se podrán descargar para su audición fuera del museo si el visitante «escucha al menos la mitad de la obra».
Interesado desde hace décadas por la experimentación sonora, López lleva más de cuarenta años intercambiando archivos sonoros con otros artistas. Fruto de ese intercambio es la amplia colección de arte sonoro con miles de referencias que se encuentra depositada en la Fonoteca de Murcia. El SONM, afirma, «es un reflejo físico», de esa actividad de trueque o permuta de la que ahora se hace eco el Reina Sofía.
Cuartel de Artillería
Ubicada originalmente en el Centro Cultural Puertas de Castilla de Murcia, la Fonoteca acaba de trasladarse a una de las alas del Pabellón 1 del Cuartel de Artillería. Su archivo cuenta con más de 25.000 piezas grabadas de 23.000 artistas, precisa el director del Puertas de Castilla, Jesús de la Peña, cifras que a su juicio hacen que el espacio sea «la referencia de arte sonoro y música experimental a nivel internacional», con una media, respalda, de 50.000 visitas mensuales al archivo digital de la Fonoteca», al que se puede acceder a través de su web (www.sonm.es).
Su traslado al Cuartel de Artillería responde, señala De la Peña, a «una necesidad física de espacio», que se suma a la intención del Ayuntamiento de Murcia, añade el responsable del Puertas de Castilla, de convertir el Pabellón 1 del Cuartel en el «centro de producción audiovisual del municipio», al que, adelanta, también se trasladará el Festival Internacional de Cine de Murcia IBAFF.
