Víctor Nubla
Concierto: 10 de noviembre de 2011, 21:00 h
El sampler entendido como una de las bellas artes instrucciones de uso:
1. El sampler no es solamente un instrumento: es una profecía:
“Podemos producir sonidos casi imperceptibles y amplios y profundos prolongados, atenuados y agudos. Sonidos de una pieza en su orígen, los hacemos temblorosos y susurrantes. Imitamos las voces de las bestias y pájaros y toda clase de sonidos articulados. Tenemos ciertos aparatos que aplicados a la oreja aumentan notablemente el alcance del oído. También diversos y singulares ecos artificiales que repiten la voz varias veces como si rebotara, y otros que la devuelven más alta que la reciben.”
(Francis Bacon, 1561-1626)
«He inventado una nueva música, sin instrumentos. La vieja música no sabe más que hacer gemir tripas, hacer pasar el aliento por tubos de metal o percutir sobre burros muertos.(…) He escrito una sinfonía con sonidos naturales que produce sensaciones absolutamente insospechadas, y será el principio de una revolución en este arte ahora decrépito.»
(Giovanni Papini, 1931)
«El teclado para componer ruidos. Yo lo espero. Lo musical no se encuentra en la naturaleza, o está en muy poca cantidad. Pero los ruidos, grandes y atractivos como son, base más familiar de nuestra vida que los rayos del sol. Nosotros los reconstruiremos, nos sumergiremos en ellos y, gracias a este aparato, trabajaremos en el mismo esqueleto de la naturaleza.»
(Henri Michaux, 1942)
2. Ciencia-ficción: el sampler crea mundos de ciencia-ficción.
“… sumidos en el éxtasis profundo de accionar mandos, interruptores y palancas, con el propósito de afinar tonos y volumen, mientras truena el increíblemente auténtico rugido de los motores, las tormentas de nieve, los camiones cargados de chatarra y otros sonidos a cual más extraños, grabados para su goce espiritual.»
(Philip K. Dick, 1957)
3. Zen y la obtención de muestras sonoras:
“Honra tu error como una intención oculta.”
(Oblique Strategies, 1975).